¿En un hipotético mundo en que la conservación de nuestro patrimonio natural fuera lo más importante , seria justo prescidir de conocer las maravillas de la naturaleza , difundirlas para que todos conociéramos de lo que tenemos , prohibir el derecho a verlas in situ..?
Contestando por mí misma , me digo que es precioso conocer y saber , pero más aún fotografiarlo , verlo , tocarlo , sentirlo y vivirlo.
¿Entonces hablamos del fin de algunos paisajes con un atractivo especial , por su impacto creciente a causa del turismo masivo , y de la consiguiente pérdida de singularidad ,secreto y magia? Cierto es que los destinos seguirán ahí , pero quizás la fauna autóctona se extinguirá y la basura u otros contaminantes perjudicarán la flora. ¿Realmente existe una forma sostenible para determinados casos turísticos? Me explico..
Las islas Galápagos , las conocemos porque habitó el Solitario George , la última espécie de la tortuga gigante de Pinta extinguida en el 2012 , a parte de ser hábitat de tortugas marinas ,iguanas , leones marinos , pingüinos , albatros y cormoranes.
Es Patrimonio de la humanidad por la UNESCO , y recibe más de 200.000 turistas al año.
Este número creciente de turistas ha provocado entre otros casos la introducción de otras espécies que matan a las autóctonas. Perros y gatos , atacan a las crias de las iguanas y de las tortugas ,creando así un depredador antinatural y afectando al desarrollo y la conservación de las espécies con peligro de extinción.
También se ven afectadas las aves , y los animales marinos ante la creciente pesca ilegal que se da en la zona , y su posterior venta en el mercado negro por unas considerables sumas de dinero.
Ello se ha convertido en una amenaza muy popular que crece ante la demanda de adquirir animales exóticos en peligro de extinción.
Como en los casos anteriores de los que he hablado , se suma la problemática de que cada vez la población aumenta ante la principal fuente de ingresos del turismo , y el archipiélago no ha tomado medidas para evitar la lógica incompatibilidad entre el humano y espécies de especial conservación y peligro de extinción.
Nos volvemos a encontrar con una demanda creciente hotelera sumada a la moda de los cruceros de lujo que diariamente anclan en las islas , desembarcando olas de extranjeros exhasperantes por ver , fotografiar , tocar y llevarse algo de recuerdo de la isla.
Es cierto que existen planes de conservación en Galápagos , pero el problema opino se sitúa más como siempre en la educación y formación , ya que límites a toda acción no se puede poner , a parte ante cada prevención , sale siempre un nuevo peligro.
Es complicado combinar el derecho de conocer el patrimonio de las Galápagos , si no eres consciente de su valor. Ello nos lo otorga la formación , pero ante una falta de formación ,
¿Es justo privar a las personas de conocer una isla donde avistar leones marinos , pingüinos , tortugas...por la posibilidad a crear un nuevo peligro?
Para mi opinión se debería de aplicar las tres siguientes medidas; en primer lugar intensificar las medidas de formación y conscienciación social por el medio ambiente y su preservación , en segundo lugar evaluar las acciones del turista y en tercer lugar estudiar y aplicar medidas realmente efectivas y si han de ser tajantes, que lo sean , acorde con las reales problemáticas.
Y aquí llega el quid de la cuestión , ¿dejarán las navieras de cruceros de ganar un dineral por reducir el tráfico en la escala de las Galápagos?
Y es que amigos , en el momento de hablar de los intereses económicos y políticos es cuando los problemas de preservación se convierten realmente en preocupantes , ya que podemos conscienciarnos como turistas , se puede adaptar un programa eficaz de sostenibilidad, pero... en el momento de perder ingresos por tal de mantener esta conservación , es cuando la ecuación no sale , y curiosamente se vuelve indescifrable.
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