lunes, 11 de agosto de 2014

¿Se te ha puesto alguna vez la piel de gallina viendo un paisaje?




Si una de mis grandes pasiones fuera bucear , de bien seguro que en mi futuro viaje a la Patagonia , que espero que tenga lugar en algún momento de mi vida , prepararía con detalle una ruta insólita en las profundidades del lago Traful.

Si fuera a la Patagonia , mi primer destino concreto serian las montañas de los Cuernos del Paine , combinaría diversos medios de transporte , emplearía muchas horas de sueño , haría colas rutinarias , comería bazofia propia de aeropuertos,aviones,estaciones de autobuses/trenes ,horas por el aire , horas en tierra , y a continuación , después de por fin llegar a mi deseado destino,   lo primero que haría es buscar una roca.
La más lisa y aparentemente más cómoda , me sentaría y de este modo seguramente pasaría el primer día de mi viaje.Contemplaría el contraste de colores , el contraste de paisajes, montes con siluetas curiosas que se alzarían delante de mi vista , observaría la sensación de grandeza que me produciría el contacto de las nubes con los picos de las montañas , imponente.
Creo que aunque me estuviera muriendo de hambre y de sed , no dejaría que el sabor de la comida , me desviara la atención.



Las sensaciones pueden ser descritas con las palabras con bastante precisión , pero del mismo modo en que nuestra experiencia leyendo un libro es mucho más intensa y compleja , al ir al cine y ver reflejada la historia de un modo en que nuestra imaginación  ya no participa activamente , nos desilusionamos. 
Nos imponen una historia ,ya no la vivimos.

Esta entrada es cortita , porque no quiero centrarme ni en datos , ni en información práctica , ni en nombres , ni en características de la Patagonia. Eso en google es muy fácil de encontrar. Quiero hacer referencia a las sensaciones intensas que nos puede ocasionar un paisaje , un destino , un cuadro.
Lo apasionante que es saber que las sensaciones son tan abstractas como numerosas , tan privadas e íntimas.

Cuando viajas a un lugar del mundo en que los pelos se te ponen de punta y piensas que no puede haber nada más conmovedor , te dicen que la belleza traspasa los límites y se amplia en otros horizontes , a otros niveles.En las profundidades , donde el secreto aún se conserva mejor.



Y es que la imperfección del ser humano , de no tener naturaleza de pez en un momento como este , nos obliga a ir cargados como una mula de oxígeno , de gafas y de aletas postizas.Todo ello , obra de la naturaleza bajo un calculado plan , de evitar convertir un bosque de 50 o 60 ejemplares de cipreses completamente secos y desprovistos de hojas, en una versión fantástica y mágica de las ramblas de Barcelona.



Lo curioso de las sensaciones es que muchas veces son tan abstractas que muchas veces falta el principal factor que las ocasiona.
¿Como puedo enrollarme tanto , si realmente no he estado ahí? 
Supongo que he estado tantas veces en sueños que sensaciones me sobran.  
Ahora quiero vivirlo


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